SONETO.-
Vanos mis sentimientos religiosos
ante tanta ignominia están heridos,
que si a Jesús prendieron los bandidos
ya fueron un redil de mentirosos.
Y es que aún engañando con acosos
saber no quieren nada de oprimidos,
ni de quienes a palos sometidos
no les crean encima bondadosos.
Hoy la realidad muy poco importa
ni que el hambre se extienda por el mundo,
siempre que al exhibir su indumentaria
el devoto a capricho se comporta
ante el temor hipócrita y profundo
de no llevarle al Ego la contraria.-
|