SONETO CAUTIVO
El principio del fin
está bastante cerca, se me antoja,
porque si todos en la cuerda floja
al parecer estamos, ni tocando el violín
a salvarnos vendría a tiempo un arlequín.
que en su seno obsequioso nos acoja,
si quien el culo apenas se lo moja
dueño es del polvorín.
Será que nuestra suerte está ya echada
y tal vez despidiéndonos de este mundo vayamos
sin medir las terribles consecuencias,
mientras formando parte de la misma manada
cruzando todos los peligros vamos
sin tener muy en cuenta cotas ni referencias.
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