SONETO
PRISIONERAS TUS MANOS DE LAS MÍAS
Prisionera sus manos de las mías
quedó de enamorada la princesa,
pero pícara, indómita y confesa
a su aposento sin mi amor se iría.
Que si al huerto pensó me llevaría
llamarle oportunista no me pesa,
que si a su fuero interno no regresa
enviada de Cupido igual sería.
Ojalá que el sonido de su voz
en suspenso no quede en mi memoria
mirando como herir mis sentimientos,
si es que siendo altanera y muy veloz
dudo que compartir quiera su gloria
queriéndome humillar con sus tormentos.
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