SONETO
NADA ME HIERE SI NO QUIERO
Nada podría herirme si no quiero,
por mucho que tropiece en el camino
y muy lejos se cruce en mi destino
un truhán y maligno bandolero.
Tal vez quiera marcarme su sendero
canturreando su secreto trino,
pero fijado ya tendré mi sino
al tomarme la vida con salero.
Sé que me costará la compañía
de quienes no compartan mi ventura
si trabas pongo en proseguir su senda,
si temiendo las garras de un arpía
evito que me pase la factura
que de su presupuesto se desprenda.
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