SONETO
SOÑAR INQUIETO
Como nunca existió soñar inquieto,
bastante alivia un discurrir consciente
que devuelva a la vida su aliciente,
y merezca del mundo su respeto.
Porque al quedar el ánimo sujeto
no se recobra fácil el presente,
y la bondad sería más prudente
teniendo siempre a mano un amuleto.
Que no sería afán de un buen amigo
quien quiera revivir pasados lances
sin despreciar la sombra del pasado,
que si fuera el honor lo que persigo
por evitar de veras los percances
no estaría de veras maniatado.
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