SONETO
OTRO AMOR QUE SE DESPIDE
Si no fuera otro amor que se despide
y con sabor amargo toca techo,
qué otra virtud esconderá mi pecho
cuando aquesta alma mía nada pide.
Si no hubiera esperanza en este trecho,
el peso de este mundo no me impide
salvar que la locura me intimide,
forzándome a dormir así al acecho.
Si no es poco el consuelo que me ofende
para esconder la herida en el olvido
cuando del cruel cariño se depende.
Jamás me arriesgaré desvanecido
hasta que mi dolor todo se enmiende
y toda adversidad se haya extinguido.
|