SI ALGUNA VEZ ME DERRUMBARA
Si por casualidad me derrumbara
en mitad de la calle, sin amparo,
no lo vería como un golpe raro
por el cual sin razón lo cuestionara.
Pues confianza ningún dios me depara
siendo desprotegido sin reparo,
porque si al cielo, glosas le disparo
lógico suena que me den la vara.
Por eso yo a la sombra de un madroño
nunca suelo quedarme bien dormido
en verano, en invierno, ni en otoño,
viendo que si mis fuerzas las liquido
por mucho que me tiren ya del moño
de disfrutar en vida me despido.
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