ENÉADA
REPROCHES INCIERTO
De los reproches inciertos, ten cuidado, te sugiero
porque nadie te querrá, tal y como yo te quiero
si a las pruebas me remito, que lejos de ti me muero.
Y es que ni pasando el sueño, mi pensamiento te olvida
adivinando el corazón, decida lo que decida
que el silencio entre nosotros, será del todo suicida.
Pues casi nunca las lágrimas, dejan buen sabor de boca
porque igual desde el principio, el romance mal se enfoca
e impávida la razón, se muestra como una roca.
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