SONETO
AGRADECIDO
Como siempre agradezco a la fortuna
que la intuición aún jamás me falle,
sin modales haciendo que me calle,
o mandándome, lejos a la luna
de la manera más inoportuna.
Así pido que nunca me desmaye,
en mitad de cualquier profundo valle
donde añorar pudiera aún mi cuna.
Será que al no valerme ya con todo
de mis pequeños vicios ya me prive
temiendo el varapalo de las críticas,
que mirarme prefieren en el lodo,
donde toda razón igual se inhibe
al mostrar sus razones más raquíticas.
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