ENÉADAS
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HERMOSOS HALAGOS
Con tus hermosos halagos, la risa tú me provocas
con tu versar tan sencillo, a las deidades invocas
convirtiendo en un deleite, cuanto con tu pluma tocas.
Nunca versos tan hermosos, hubiera yo deseado
ni tampoco, por supuesto, de boca alguna escuchado
que a las puertas de la gloria, me viese yo transportado.
Tan sólo escuchar me falta, en alta voz un
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