A-B-C-D-E-F-G-H-I-J-K-L-M-N-O-P-Q-R-S-T-U-V-W-X-Y-Z- Julio%20Serrano%20Castillejos páginas: << < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 > >>
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| Senda y crisis |
| Senda y crisis tenía mi fe profana opuesta al tiempo de joven que camina en las montañas y en ese devenir de mis tristezas deshojé margaritas en la escuela y fue la pena mi sagrado templo. Y ... |
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| Sabré cantar mis penas |
| Sabré tal vez a quien cantar mis penas de los motivos rumbosos de la vida y a quien medirle su estatura, la plenitud lozana la inmensidad del alma y el latido tan amargo de mis venas. Al ... |
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| Tal vez quise soñar |
| Sueño y luces tenían los arrabales del tiempo sentencioso de mis días y en esas mis tinieblas de noches sin rituales probé la ensoñación de la porfía. Tal vez quise soñar la luz temprana ... |
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| El cruel lamento |
| Ya encendido el tizón del cruel lamento en la pasión confusa de aquella puerta abierta como herida y a cambio de tu vida peina la tarde por demás difusa la cordillera azul y el mar violento. ... |
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| Palma y cocos |
| Palma y cocos tenía el fiel bohío junto al tumbo sonoro de las olas y las rocas de sombras otoñales como ojera angelical de nimbadas ausencias fantasmales. A los lejos las aves en ... |
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| Tundra y cielo |
| Tundra y cielo tenían mis simbolismos en los ochenta abriles de mis días, sin sombras, sin deslices, con viejos arreboles y en esas simetrías encanecido encendí mis fastos cataclismos. ... |
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| Nieve y frìo |
| Nieve y frío tenía mi fiel invierno en ruinas y en umbrales en las cruces sangrantes de la vida y abajo y en subida bebí los manantiales sin tocar los dinteles del infierno. Y en ese caminar ... |
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| Hambre y crisis |
| Hambre y crisis tenía mi pueblo airado en el medio de la noche y cual toro degollado dejó correr su sangre en los caminos y en los vientos sepulcrales del presente y del pasado. Y cuanta ... |
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| El rito de la tarde |
| Yo quiero compartir sin amargura el rito de la tarde su transparencia pura con todos mis amigos y en el claro pausado de mis días sin congoja y sin premura rondar por las calles solitarias ... |
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| Jamás rendida |
| Aturdida tal vez, jamás rendida, como hoja volandera y arrojada fue frágil y sutil como mirada de un hechizo sin fin que da la vida. La suerte la orilló a ser querida como rayo de luz, como ... |
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| Nieve en copos |
| Nieve en copos llegó a mi cauto invierno peinando así mis sienes de blancos y esculpidos manantiales y en ese mi soñar de sombra y plata zurcí siempre sereno la cruz de mis caminos y el ... |
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| Plata y sombra |
| Plata y sombra tenía la fe primera del árbol más frondoso de mi vida y en cada primavera creciéronle remotas las marcas de mis pasos las señas que tenía y el nido espiritual de mis heridas. Y ... |
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| Tus ojos me son insondables |
| Me escondo de tus ojos como niño travieso, tal vez como agua de verano en el hostil desierto y tus negras cejas como dos arcos triunfales parecen gaviotas volanderas. ¿Me ves de verdad ... |
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| Andalucía |
| Linda tierra la andaluza y sus campos, sus montañas y por cierto quien la luzca es el sol de de sus mañanas. Una nena andaluza es crespón, es alegría, la guitarra que tañía en el alma ... |
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| España transparente |
| Llegué tal vez fugaz y transparente al sitio más tranquilo de la tarde como un fantasma y pude caminar serenamente en el bosque mudéjar, de un momento que en la espigada Alhambra esfúmase ... |
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| Arte y crisis |
| Arte y crisis tenía el viento urgente de mis años de suave tolvanera y en ese caminar pausado como el tiempo llegué feliz corriendo a la rivera con urgencia audaz, irreverente. Es arte ... |
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| Un farol andaluz |
| Un farol muy andaluz y una nena sevillana dos requiebros de unos ojos y una tristeza temprana. Calles van y calles vienen en los pasos que desgrana el trasplante tan ardiente que en tu puerta ... |
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| Un regalo del Niño Dios |
| Me trajo el Niño Dios a Macarena un diciembre feliz de suave canto y pudo serenar con gran encanto mi aleve corazón, mi niña buena. De amor encantador fue la faena de esta mi nena, ángel puro ... |
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| Duende y drama |
| Duende y drama tenía el breviario azul del último confín de mis dilemas y supe caminar dejando atrás las huellas del tiempo tempestuoso de mis penas. En mi cielo llovieron soledades, ... |
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| Las nostalgias del olvido |
| Hoy bebí las nostalgias del olvido en la cumbre despoblada el néctar de los años las cosas que he aprendido, las grescas más inciertas del camino la chispa de un hechizo y el espanto de ... |
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| Yerba y gloria |
| Yerba y gloria tenía la huella santa del vetusto camino de mis pasos y en ese transitar del bosquejo vencido de mi historia rocé la sobriedad y el sendero mas viejo del ocaso. Yerba y gloria ... |
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| Entre las rocas |
| Quisiera paladear entre las rocas tus labios encendidos como el fuego, tus párpados dormidos los senderos fatales de la tarde la gruta mas oscura y desolada y el enigma sedoso de tu ... |
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| Mi solar |
| El amo fui de mi solar risueño, el dueño de avecillas y de rosas del golpe sentencioso de las cosas para entonces vivir despierto el sueño. Y en ese caminar de luz y empeño de aquella mi ... |
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| Paso a paso |
| Paso a paso camino ¿quién lo creyera? en las sombras de tu cuerpo de pronta transparencia y siento desde siempre la fuerza lejana y hechicera de tu sutil abrazo tan tuyo como campo ... |
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| Macarena |
| Le escribí a Macarena unos versos en el mar y grabados en la arena hoy me hicieron suspirar por la huella tan profunda que en mi ser lleva ya impresa su mirada que me inunda y su boca que está ... |
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| De tanto... en tanto |
| De tanto reír y de llorar tanto atormenté las penas de mi cuerpo y pude ayer decir el suave canto en mares procelosos y el desierto. De tanto verte y de amarte tanto mi nave la conduje hacia tu ... |
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| La mansedumbre |
| Selva y juncos tenía mi mansedumbre en el claro camino de mi tiempo y luego peñascales forrando las salidas del sendero. En esa vastedad que me avasalla tan cubierta de yerbas y ... |
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| La galana España |
| Zambra y grana tenía el Mediterráneo en la añorada España en sus coplas de linda galanura, feliz, sin atadura, con olivos tan verdes de su entraña y en sus fiestas los dones del juergueo. ... |
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| Mar y tierra |
| Mar y tierra tenía la bella España al sur de Europa en la noble realeza de mis sueños y en cada soplo la íntima belleza del néctar desafiante de una copa. Y en esa mi visión que bien galopa en ... |
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| Soneto mortal |
| Sufrí mi suerte, sí como un poseso perdido en su dolor hoy delirante y supe eclosionar* el suave beso en mi fugaz amor, itinerante. Y el beso que te diera ese poseso hoy pudo traspasar tu ... |