LA CONVOCATORIA
No podía fallar, había trabajado toda la noche en este proyecto. Sentía inmensa alegría pero también miedo ya que era muy riesgoso realizar este sueño. Se preparó un choco-milk, un sándwich. Tomó su mochila y salió de su casa a las 6:30 de la mañana, aun estaba obscuro. Llegaría perfectamente a la hora que él mismo se había impuesto. Ricardo se dirigió a la plancha del zócalo de la ciudad de México y se colocó junto al asta bandera. Abrió su mochila y extrajo un banco pequeño en el que tomó asiento. Sacó un tablero mediano con clavijas y botones de diversos colores. Se colocó unos audífonos y un micrófono inalámbrico. Eran las 7:05 y había comenzado la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ricardo oprimió todas las clavijas de los botones del tablero, miró su reloj y subió al banco…
En Palacio Nacional reinaba la confusión, pues se había interrumpido “la mañanera” y en la pantalla que se utiliza para presentar informes, apareció Ricardo, quien de inmediato saludó al presidente y le mencionó que diría un mensaje, que esperaba no hubiese represalias en su contra. El presidente con mucha calma le respondió “no las habrá, se lo aseguro”. Ricardo tomó su cuaderno y con voz potente comenzó a leer:
Se convoca a los ciudadanos de México para que a partir del día de hoy, 15 de abril del año 2020, aporten sus voces, sus conocimientos y talentos. Que surja su voz digital, para combatir el dolor, la soledad, el lamento que aflige a la humanidad por la Pandemia Universal Covid-19. Que retiemble tu voz para atenuar la depresión y el miedo. Que los ciudadanos tengan otras voces que hablan de amor, de paz y de esperanza.
¡No pierdas esta oportunidad, únete al movimiento por la cultura, la paz y la creatividad!
Ricardo escuchó una gran ovación y aplausos que se prolongaron por espacio de varios minutos. Había logrado romper los paradigmas, su sueño ya era una realidad.
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