Cierta vez un hombre encontró en su vida una mujer a la que llamo \\"mi amor\\", pero como era tan inestable, no le dio el valor que tenia. Le decía que ella era el amor de su vida pero interiormente buscaba otra mujer que no se pareciera a la primera, por cierto, pero de igual manera se encontró otras mujeres en su camino y también a escondidas se quedo con todas.
Desde ese momento en adelante, decidió que siempre andaría buscando mas mujeres y caminaría buscando siempre una mejor que la anterior y con los ojos pegados a las damas se puso en busca de ellas.
Durante el resto de su vida, el había coleccionado mas de 500 nombres desde la A a la Z y aunque solo una de ellas se quedo con el mas tiempo de lo planeado, el la desprecio con la misma facilidad que hizo con las anteriores.
Mientras el reunía nombres femeninos que no representaban ningún esfuerzo de su parte, sacrificó otras cosas de valor mucho mayor.
El perdió el privilegio de amar a su primera mujer, nunca pudo observar que lo quería tanto que con solo una palabra suya ella movía cielo y tierra con tal de darle gusto.
Ya no pudo ver las noches de estrellas, ni la luna que muchas veces los cobijo, se olvido de las cosas que juntos vivieron, de las promesas durante las noches de amor, de las sonrisas de sus amigos que se alegraban cuando ellos estaban juntos, el no veía nada mas que a la mujer en turno.
El no veía nada por su obsesión de andar con los ojos tapados en busca de la mujer perfecta y que comparada con la que tenia inicialmente, la de turno era solo una moneda de cobre.
Por cierto, este hombre perdió mucho más que lo que encontró porque al final del camino se quedo solo...
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