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Una historia muy real

Cuando fui maestra de grupo, viví anécdotas hermosas, una de ellas aun la recuerdo y te voy a platicar.
Era el inicio del año escolar y yo por fin me libre de 5 niños me hicieron ver mi suerte durante el año anterior, no había travesura que uno de ellos no hubiera hecho, casi te puedo decir que me salieron canas ese año, pero al final los pase y con bonísimas calificaciones (eso les valía a estos pillos) así que cuando se fueron me dije "Gracias a Dios"
Recordé que si me salía del aula por alguna causa, cuando llegaba me encontraba que el abanico de techo estaba lleno de pequeños papelitos ensalivados, cuadernos rotos de los otros niños, pintas en el pizarrón, chicle en el piso, el agua tirada, en fin, fueron innumerables las veces que los padres de esos niños desfilaron a la dirección de la escuela y los bebes, como si nada… pues nada les funcionaba así que cuando se fueron a otro grado respire tranquila.
Ellos pasaron a manos de un maestro que era poco amigable, de manera que me alegre mucho porque pensé que se iban a topar con pared...! que error el mío!!
Por principios de cuenta le pusieron un sobrenombre al maestro "el profe cabeza de huevo", luego un día le pusieron chicle en el asiento, otro día lo dibujaron en el pizarrón con una regla en la mano y con los pelos parados haciendo mofa de que el maestro estaba calvo.
El pobre hombre aguantaba los embates de estos chiquillos que en ningún momento daban tregua, si acaso los castigaba dejándolos sin recreo, ellos conseguían que algún niño que estaba afuera les comprara la torta así que el maestro llevo la de perder al igual que yo..
Pero un día, un mal día ese maestro no asistió a trabajar porque se sintió mal "una ligera gripe" según dijo su esposa al entregar la incapacidad por 2 días.
Después se presento la señora de nuevo y entrego otra incapacidad por 2 días más, y así hasta juntar una semana sin laborar porque le diagnosticaron pulmonía de la cual murió a las dos semanas.
Luego los funerales más tristes que yo haya sido testigo, allí supimos que el maestro nunca tuvo hijos, también nos dimos cuenta de que la señora estaba sola porque es originaria de Chiapas así que el dolor era mayor.
Al funeral solo fuimos todos los que laborábamos en la escuela ya que no cultivaron amistades, eran poco comunicativos.
Para esto, yo misma fui comisionada para decirle al grupo sobre el deceso del maestro y si, ahí voy, pero cuando les estaba diciendo, 5 pares de ojos me voltearon a ver, se me quedaron viendo, creo que hasta se les pusieron los ojos rojos pero no dijeron nada, allí les platique que el maestro no tenia familia, que su esposa estaba sola, la verdad no se porque lo hice pero excuso decir que se me rodaron las lágrimas.
Ya cuando era la hora de salida cuando uno de esos chamacos se me acerco y me dijo "maestra ¿donde esta enterrado el profe?" le dije que el panteón Renacimiento, al oír la respuesta el niño solo se salio sin decir nada.
A los días que el maestro fallecido, llamo la esposa ahora viuda para darle las gracias a la escuela por el ramo de flores que envió en el funeral y por la corona de flores que habían enviado 5 alumnos de su esposo...
Ese día supe que los niños se habían cooperado para comprar esa corona y aunque tremendos tuvieron el gran corazón de juntar su dinero para aliviar de cierta manera su conciencia por la forma en que trataron a su maestro...

Que tengas un bello inicio de semana


Maria*

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Publicado el: 28-09-2003
Última modificación: 07-01-2009


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