Cuando mi hija de 17 años me dijo que estaba embarazada, yo me sentí en la desgracia mas grande del mundo, grite, llore, ¡Que terrible fue ese momento! La verdad que no se lo deseo a nadie.

Y me quede con el dolor por dentro, a nadie le platique porque me sentía tan mal que no podía platicarlo sin que se me rodaran las lágrimas, incluso escribí un texto acerca de esos momentos que pase...

Dejame decirte que mi hija siempre fue mi mayor orgullo, por ella reí, por ella llore, por ella me enemiste con la familia porque fui la primera madre soltera, siendo una hija de familia y además la única mujer que tuvo mi madre.

Mi hija me lo dijo justamente cuando yo tenia el fin del ciclo escolar y para evitar sentirme en la depresión, me metí a mi trabajo hasta el cansancio, documento que tenia que hacer, lo entregaba en el mismo día, no pensé en nada.

Esa noche cuando ya las aguas se calmaron , me le acerque a ella que supuestamente estaba dormida y le di un beso en la frente, fue cuando se me abrazo y me pidio perdón diciendome que me había fallado, fueron los momentos del mas grande dolor pero que a la vez tuve que platicarle de la gran responsabilidad que implica un hijo, y yo la veía tan joven, tan inmadura, tan niña.

El tiempo transcurrió y mi hija fuye madurando al mismo tiempo que fue haciendos evidente su embarazo, ha cambiado tanto en tan poco tiempo que no la conozco, es toda una mujer, ella me ha demostrado que no es la edad cronológica lo que define la madurez, sino el aplomo con que se enfrenta a los problemas de alto grado de dificultad.

Ya pasaron los 9 meses, y hoy es el día en que debuto como abuela y hoy como en otros tiempos me siento orgullosa de tener una hija que además de ser la mejor de las estudiantes, es la mejor de la madres que pudo haber tenido mi nieta ya que ella prefirió enfrentarse a su madre antes que cometer otro desacierto en su vida


GRACIAS HIJA POR HACERME LA MUJER MAS FELIZ DE LA TIERRA

Tu mama

Maria*