Cada que recuerdo mi infancia, me transporto a aquellos años cuando yo vivía en una casa que rentaba 30 pesos mensuales, no era una gran casa, constaba de dos cuartos y un gran patio largo en el cual mi madre ponía los tendedores llenos de ropa de niños: mis hermanos y yo.
En el día era una sala con muebles de madera y mimbre, una mesa alta, dos sillones y unos cuadros en la pared, por la noche esa sala era movida y metíamos catres de lona, no teníamos TV solo un radio de bulbos en el cual escuchábamos la “hora nacional” por la XEW de México, en compañía de mi madrina de bautizo y una señora amiga de mama.
Todas las noches teníamos esa visita pues las dos vivían juntas y mis padres eran las únicas personas con quienes platicaban, mientras los niños nos entreteníamos a jugar a las escondidas con un bote
A mi me gustaban los miércoles porque a las 9 de la noche, podíamos escuchar “la hora del vampiro”, era un programa donde relataban cuentos de terror...ya sabrás, a todos los niños les gusta escuchar ese tipo de cuentos, nosotros no éramos la excepción, así que esa noche el bote “descansaba”.
Nos sentábamos en el suelo y muy atentos escuchábamos como las cadenas y los lamentos por radio se oían mientras los pelos del brazo se nos erizaban.
Esa noche la historia se desenvolvió en una vieja casona que tenia un gran jardín donde se aparecía un muerto que llamaba a todo ser vivo que pasara por un árbol...huy!!!! nosotros ni nos movíamos del lugar, si alguno tenia ganas de ir al WC, se aguantaba no fuera a ser que el “muertito” saliera de entre las sombras de sabanas y toallas que mi mama había tendido por la tarde en aquel patio largo y oscuro que tenia la casa donde vivía.
En eso la comadre de mi mama se paro a tomar agua, la verdad es que le dio miedo pero quiso disimularlo diciendo que iba a la cocina cuando en realidad lo que quería era ir a la “pipis room”.
Camino despacio, sin hacer ruido porque nosotros no nos movíamos del lugar pero a mi ya me andaba también de ir al baño, así que me fui detrás de ella sin que se diera cuenta pues me sentí protegida por ella; se metió al privado y yo me quede afuera temblando de miedo, allí afuera estaba el bote con el que jugábamos a las escondidas, me lo puse en la boca a manera de bocina para que me escuchara y no me dejara sola y le dije con voz tenebrosa: MADRINAAAAAAAAAA ....jajajajajaja la pobre señora dio un grito que yo salí corriendo del susto y ella con tremendas zancadillas me paso por un lado y yo: NO ME DEJE SOLAAAAAAAAAAA ajajajajajajaajajaja
Mi papa creyendo que había entrado un ladrón se metió corriendo tan rapido que resbalo y se cayo al suelo ajajajajajajajaajajajaja mientras que mi mama gritaba “la niña donde esta!!!!!” ...ijoles que show tan chistoso, cuando estábamos mas calmados se aclaro la situación del bote, del grito, mientras que del radio y la hora del vampiro ni nos acordamos.
Que tengan un bello inicio de semana
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