¿Qué fácil se oye, verdad?...
"Hola amiga, te amo...",
cuando hay millones de personas que no dice un te amo..., ¡ni siquiera a su propia pareja!
Esto habla bien de Gazapo, creo que a veces no era tan, tan... ¡Tan carnal!, esa es la palabra. Cuando se trataba de satisfacer el espíritu, no se detenía. Disfrutaba más de una platica "con manita sudada", que de un encuentro apasionado cuando éste todavía no lo ameritaba.
Creo que Gazapo no tenía una forma de amar, más bien tenía una estrategia y esa estrategia era: el respeto. Respetaba a la mujer por encima de todo, nunca sobrepasó un límite, jamás intentó un acoso. Etregaba toda a cambio de nada, aunque en cierto modo, casi siempre esperaba que ese nada, se convirtiera en todo.
Por eso un día escribio:
Yo no espero nada...
Quizá una señas sea suficiente
o sentir tu mirada,
en medio de la gente.
Pero no, no espero nada.
Tal vez..., hacer el amor sin tocarte
como esa madrugada
en la que pedí llevarte.
Sentí tan cerca tu aliento,
sentí tan cerca tus manos,
que mi loco pensamiento
jura que hasta nos besamos.
Pero no, apenas y nos rozamos,
afirmarlo sería un descaro...
Pero, que tú y yo no deseamos,
¡eso sí me queda claro.
Somos como una amalgama
en sincronía perfecta
seríamos uno en la cama
pero eso..., creo que te afecta.
Por eso no espero nada,
por eso nada te ofrezco
aunque..., podría impregnar tu almhoada
con aroma de amor fresco.
Pero no, no espero nada.
¡Qué cosa tan espantosa!
Por qué si no espero nada
imagino tantas cosas.
Te imagino aferrada
a mi cuerpo noche y día...
Pero no, no espero nada,
¡eso es una fantasía...!
¿Y si un día se realiza...?
¡No, no no!, idea descartada,
aunque extraño tu sonrisa
en verdad no espero nada.
Yo no espero nada.
No espero nada...
No me lo tomes a broma,
pero acabo de descubrir
una trampa del idioma
que se dice sin sentir...
Si yo, NO espero calor,
¿qué espero? ¡Frío!
Si NO espero buen humor,
será porque espero hastío...
Una vez analizada
la oración de este modo:
Al decir, NO espero nada...
¿No será que espero todo?
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