Nueva vida.
Entre los pinos abrasados y tronchados
sobresalían un plantel de pinitos nuevos,
maduradas sus semillas al calor del árbol caído.
Y fue esperanzador ver
cómo el verde recién estrenado,
y el negro de las cenizas,
se abrazaban en una imagen real
como la vida misma.
Me senté contemplando
la vida y la muerte cogidas de la mano...
Y mis ojos se quedaron,
mirando fijamente,
el triunfo de la primera,
la fuerza de la vida emergía
victoriosa en forma de árbol.
La muerte que busca la vida.
De pronto comprendo que
lo que quema el tiempo
lo hace renacer el ARBOL DE LA VIDA.
Que lo que cae al suelo puede dar calor
y ayudar a germinar pequeñas semillas,
que lo que hoy muere
nos permite dar el paso al mañana.
A veces tengo la sensación
de que esta sociedad se empeña
en romperme como persona,
para luego quedarse sólo con una parte,
y desechar las demás,
las que no son "rentables".
Sé que tengo un cuerpo
que debo cuidar completamente,
mas también tengo
un mundo interior de sentimientos,
de amor, que, aunque no se vea,
es tan real como mi cuerpo.
Si no fuera así,
¿por qué ese vacío en la vida cuando
negamos todo nuestro mundo interior?
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