Mientras haya un amor que se consuma
como se agota el agua de un riachuelo,
que parte de esa gracia que del cielo
baja limpia a los hombres hoy les una.
Porque no habrá bondad inoportuna,
que enterrando sus juicios en el suelo,
demuestre su intención con mayor celo
si fue lo que aprendió desde la cuna.
Así debí aprender a conformarme
al carecer de vínculos y aprecios
retando a mi modelo cultural,
pues mucho me obligaron a enfrentarme
valorando bastante los desprecios
como algo de lo más insustancial.
|