Que me pisen el cuello me disgusta
y me destroza todos los esquemas,
porque me crea a la sazón problemas
y mi alma no presume de robusta.
Porque huyendo bastante de la fusta
de memoria me sé todos los lemas,
puesto que así funcionan los sistemas,
de forma inexplicable y tan injusta.
Tanto que de los vicios no me agarro
porque me esfuerzo en respirar profundo
mientras la voluntad me corresponda,
porque me rompe discutir el tarro
por todos los rincones de este mundo
donde la suerte apenas si me ronda.
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