SONETO
Abstraído en mi nube de prejuicios
lo mismo duermo amor, que me despierto,
porque ningún olvido fuera cierto
victima de cuantiosos maleficios.
Pues alejado siempre de los vicios,
mucho me temo que no soy experto
en entrar o salir vivo del huerto,
donde no se me exijan sacrificios.
Pues lejos de pensar que bello fuera
hace ya muchos años, aquel valle,
donde el amor surgía de repente,
hoy miro mucho más por mi cartera
si no quiero que a solas me desmalle
al sentirme sin blanca bajo un puente.
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