SONETO.-
Ni perdiendo el control de mi talante
a mitad de camino o de mi suerte,
aunque al final tuviera que perderte
dejaría de andar para delante.
Pues si por un amor interesante
yo no pudiera retrasar mi muerte,
cuánto me gustaría sorprenderte
so pena que resulte muy pedante.
Quien sabe si locuaz de pensamiento
me asaltan a traición cuantiosas dudas,
ante las cuales modo ni manera
encuentro, que me libren del tormento,
cuando de cuerpo entero me desnudas
hasta dejarme mudo y sin cartera.
|