Ya duermo cada noche acompañado
de los temores de mi propia muerte,
mientras mi alma valora si quererte
entre todo este lío, trasnochado.
Ya quisiera sentirme respetado
bastante más que pueda complacerte
si al evitar seguro provocarte
cuánto aliento me habría reservado.
Porque al ser como soy un buscavidas
espiando los consuelos más factibles
en mi haber tengo cuanto necesito,
pues no creyendo existan otras vidas
ya no persigo amores imposibles
que a la postre me dejen solo y frito.
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