Y ahí siguen llenando el calcetín
como al ser los mejores usureros
bien que se muestran fuertes los banqueros
ocultando el secreto del botín.
Para el pueblo no sobra ni un chelín,
mientras aqueste atajo de agoreros
nos piden que seamos más austeros,
cuando ya nada quede del festín.
Tal vez la gente así se va quemando,
tirando la esperanza por la borda,
como quien boga hacia ninguna parte
que cuanto tiene se lo va gastando.
Pues la justicia se administra sorda
donde el poder sus dádivas reparte.-
|