Soneto.- ***
Sólo los torpes estarán seguros
de predecir que pasará mañana,
aunque la duda pueda ser muy sana
cuando evita meternos en apuros.
Pues quien tuviera que saltar los muros
mejor escalde sin pasión la lana,
que si la gesta le resulta vana
le vendrían al pelo los conjuros.
Por eso dudo sobre casi todo,
y a menudo también de mi sombra
viendo que los valores relativos
de la vida dependen, bien del modo
en que nos pinten de color la alfombra,
o del que nos permitan los recibos.
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