Soneto Cautivo-
Los extremos se tocan,
pues para gloria siempre de unos pocos
que duermen machacándose los cocos,
sin darse cuenta nunca que de frente se chocan.
Y son tantas las veces que las iras provocan
al ir bastante ciegos estos locos,
que sólo por rehuir de los sofocos
sin juicio se equivocan.
Porque bárbaros son los intereses
en abrirse veloces sus secretos caminos
por las sendas infames del dinero,
sin calcular apenas cuantos son los reveses
que más bien pronto cambien los destinos
hasta del más valiente y leal compañero.
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