Disparando con genio sus saetas
el juglar con sus glosas se defiende,
quién sabe si sus versos nunca vende
y listas tiene siempre sus maletas.
Pues lejos anda amigo de sus metas
aquel que de sus éxitos depende,
y sus tentáculos al aire tiende
donde acceso no tienen los poetas.
Porque detrás del premio está la pasta
el defender la honestidad no mola,
y resulta mejor mirar de lado
a quien desde el gobierno se la gasta
en comisiones que ni dios controla
porque el gestor sin duda está comprado.
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