Jamás he comprendido el interés
que incluso hoy demuestran los creyentes
en venderle al ateo sus mordientes
observando las cosas del revés.
No sé si Jesucristo fue marqués,
pero sí que ayudando a muchas gentes
nunca usó la violencia con los clientes
ni antes de sus sermones ni después.
No entiendo por qué cualquier ateo
en sociedad se sienta perseguido,
si lejos queda ya la guillotina
y de pensarlo solo me mareo,
que no me corten la cabeza pido
que complejo no tengo de gallina.-
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