Si defienden que Dios a todos ama
por qué no practicar lo que predican,
todos los que al primer aviso pican
y tranquilos se meten en su cama.
Por qué justificar con tanto drama,
si en pocas ocasiones se complican,
y muy a duras penas justifican
cuanto se les oculta de la trama.
Me pregunto por qué las catedrales
no se utilizan con sus altos techos
para pobres al margen de los ricos,
cumpliendo así sus reglas principales
con quienes sufren siempre los despechos
tal que fueran auténticos borricos.-
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