SONETO
Si los curas se pasan medio día
apartando la pájara del grano
bien lejos de los ojos de su hermano,
muy zorros siguen siendo todavía.
Porque si al pregonar su teoría
parte del pueblo come de su mano,
¿quién hoy no va a tener el pelo cano
junto a una moral de fantasía?
Si en nombre de Jesús se nos machaca
usando todo tipo de herramientas,
¿dónde queda el cariño que pregonan,
si casi no aguantamos la resaca
viendo como ni a Dios le rinden cuentas
y por menos de nada se encabronan.
|