SONETO
VENDER CARA LA GLORIA
Sólo la muerte escapa a mis locuras
porque ante su presencia quedo mudo,
y desatar no puedo nunca el nudo
que me producen hoy sus ataduras.
Porque saber no sé nada de curas
cuando ponen al santo como escudo,
o quien sabe, si usado de felpudo
buscan justificar sus chifladuras.
Será porque entender nunca consigo
tanto empeño en vender cara la gloria
si después de la muerte acaba todo.
Al menos esa idea va conmigo
formando siempre parte de mi historia
ante la cual encuentro mi acomodo.
|