SONETO
MANEJAR LA VOLUNTAD
No quiero manejar la voluntad
a mi gusto y capricho, de manera
que la ansiada y brillante primavera
pueda llegar a ser casualidad.
Será como esconder la libertad
artificial detrás de una habanera,
pues sin que dore patria ni bandera
inducir no quisiera a falsedad.
No vivo de contar ricas batallas,
cuando al surcar los mares cada día
lo único que se tiene bien en cuenta
es que sigan dispuestas las agallas,
hasta pisar de nuevo la bahía
sin haber puesto aún la piel en venta.
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