Soneto.-
Siendo difícil alcanzar la luna
arriesgué muchas veces mi pellejo,
que pudiendo surgir cualquier pendejo
muy fácil que acechara mi fortuna.
Porque aunque no nací de buena cuna
ante la luz se funde su reflejo,
cosa de la que yo nunca me quejo
aunque niegue que envidia sienta alguna.
Pues cuando al sufrimiento me someten
¿dónde va?, me pregunto el beneficio
si carezco también de bendiciones,
pues si en un compromiso igual me meten
muy cerca puedo estar de un precipicio
donde valer no valgan las razones.-
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