SONETO.-
Porque el cielo que busco nunca llega
renuevo mi ilusión cada mañana,
sabedor de que un día la desgana
me dejará alejado de la brega.
Ojalá que ninguna absurda pega
yo me encuentre semana tras semana,
que organizar me pueda una tangana
al tiempo que mi coco se repliega.
Porque el cielo que existe aquí y ahora
la sociedad lo vende siempre caro
al precio que tal vez impone el rico,
tanto que el infeliz su cuna añora
aunque encontrándose tal vez en paro
nadie podrá cerrarle nunca el pico.-
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