Soneto.-
Desayuno cargado de deseos
y emprendo mi faena ilusionado,
antes de comprobar que un desgraciado
me ha complicado en todos sus jaleos.
Quizás nací en el mundo de los feos
donde todo se da por descontado,
incluso los que leche no han mamado
que de fábula cruzan sus meneos.
Pero algo en mis entrañas se vislumbra
dando de pronto gracias a la vida
como si me sacara una quiniela,
con la cual se liquida la penumbra
que me apretaba con dolor la brida
haciéndome sufrir a veces tela.
Luis Perez.-
|