Soneto.-
Ver el mundo en un grano de centeno
y la vida girando a su manera,
no sería quizás una quimera
para quien sienta pánico del trueno.
Sin lágrimas a veces lloro y peno
porque mire lejana la frontera,
porque miedo me dé cualquier bandera
que a mi libre pensar le ponga freno.
Y es que dormir no puedo agradecido
sufriendo a diario tantas injusticias
-a veces sin saber las circunstancias-,
porque sintiéndome sin más sentido,
entre tantas secretas inmundicias
apreciar no consigo las ganancias.
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