Soneto.-
De Fallas suena al parecer la cosa
que de fiesta se viste ya Valencia,
quizás pudiera merecer clemencia
cualquier ninot con su expresión graciosa.
Pues no deja de ser aparatosa,
que tanto ruido marque la secuencia
para goce y disfrute de la audiencia,
que ruge de manera escandalosa.
A Valencia acudamos siempre todos
demostrando elegantes intenciones,
aunque mejor tapemos las orejas
y forremos de goma nuestros codos,
poniendo en alto siempre los talones
y a cubierto pestañas y las cejas.
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