TROVAS.-
Con los pies siempre en el suelo
mucho mejor calculamos,
que oscuro resulta el cielo
de lo que piensan los amos.
Con los pies siempre en el suelo
es difícil que te engañen,
y si se te cae el pelo
no hay remedios que te apañen.
Que con la mente aliviada
al dedillo calculamos,
si la nueva temporada
la cosecha festejamos.
Pues con la falta de anhelo,
es muy fácil que pensemos
que oscuro resulta el cielo,
al ver sólo los extremos.
Porque apenas sin dolor
a la cara nos miramos,
y así vivimos mejor
de lo que piensan los amos.
Luis Pérez.-
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