UNA TRISTE CONCIENCIA…
Una triste conciencia de la vida
amargar nos podría la existencia,
cuando a gozar ponemos resistencia
de forma estrambótica y suicida.
Pues una vez la gracia se liquida
presa podremos ser de la impotencia,
convirtiendo en cenizas nuestra esencia
si voluntad no hubiera que lo impida.
Que de poco nos sirve ya el lamento
cuando en añicos la razón estalla
y el corazón se rompe dolorido,
viendo que toda vanagloria es cuento
si quienes hoy se pasan de la raya
pasta obtienen de un mundo dividido.-
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