SONETO.-
De la musa que surte fiel la mente
cuenta doy a menudo en mis sonetos,
y en privado le muestro mis respetos
porque de sus ayudas soy consciente.
Y tanto que teniéndola presente
mis músculos jamás reposan quietos,
quitando el polvo siempre a los secretos
que mi pluma descubre de repente.
Así comparto a diario con mi musa
la soledad que tanto yo persigo
desde lo más austero de mi mundo,
aunque a veces mi mente muy confusa
añore no contar con un amigo
ya sea buen poeta o vagabundo.-
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