Soneto.-
Si mi cariño no vagara tenso
por esos andurriales del amor,
no habría de sentir ningún temor
porque entre bromas mucho me lo pienso.
Pero a veces me miro algo indefenso
hasta que me violenta un gran pavor,
y tan pronto me busco un salvador,
cuanto más, mi equilibrio descompenso.
Si aprender en la escuela de la vida
necesita de muchos profesores,
para que la lección de veras cunda
nunca más debe darse por sabida,
evitando que surjan resquemores
y en la desesperanza no nos hunda.-
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