SONETO
Interpretar la voz de los sentidos
tiene justo un valor incalculable,
que yo diría, es un decir, loable
después de valorar sus contenidos.
Por eso los muñones deprimidos
pidiendo están que se les eche un cable,
o que alguien libre de rencor les hable
de algunos de los miedos más temidos.
Que a veces ignorando lo que pasa
apenas del marrón nos enteramos
después de interpretar lo que interesa,
que si tanta ceguera nos arrasa
a la fosa común ciegos nos vamos
sin pensar que en el alma igual nos pesa.
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