SONETO.-
Como la flor se crece donde cría,
no quiero preguntarme sin pudor
donde esconde su rostro aquel amor
que muy dentro del alma me latía.
Si era todo pasión lo que vivía
pretendiendo ventura sin honor,
cuando mi cuerpo todo era un clamor
y de esta vida suyo lo que había.
Hoy quiero preguntarme de repente,
mientras mi razón tal vez razona
cómo subsisto y salvo mi pellejo,
si acaso me presento transparente
de lo que en mis adentros se arrincona
es sin duda mi sangre su reflejo.
Luis Pérez.-
|