RECUERDOS QUE SABEN A GLORIA
No sabes cuanto te quiero, tierra mía de la infancia,
si por abrazarte muero, olvidada en la distancia
sin que remediar consiga tan lóbrega circunstancia.
Pues como una foto fija te conservo en la memoria
tal que pasar no pasara, aún de largo la historia
porque todos los recuerdos me supieran hoy a gloria.
Quizás sea ley de vida que el lugar donde se nace
a sentirnos orgullosos, igual nos lleva, y nos hace
crecer con ese principio, que a la larga satisface.
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