SONETO
NO NECESITA MÁS EL HOMBRE
No necesita más el hombre ignoto
para vivir contento con su suerte,
que saber que vendrá después la muerte
aunque pudiera armar un alboroto.
Fácil que yo no sea muy devoto
y en lo alto de la cumbre quede inerte,
viendo que un vendaval bastante fuerte
de pronto me produzca un terremoto.
Porque aprender no aprendo la lección
ni habiendo calculado mi respeto
colgado por las pies y boca arriba,
después de haber sufrido mogollón
haciendo duro y muy macabro el reto,
repito por activa y por pasiva.
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