Si a duras penas tengo que aprender
que abrirme un hueco a palos y mordiscos
fuera como jugármela en los riscos
mi vida sin dolor quisiera ver,
porque sólo nos queda que entender
que si los pobres comen hoy mariscos,
sin tener que mostrarse muy ariscos
por intentarlo nada hay que perder.
Como temo la mar en su rompiente
del peligro hay que estar muy vigilante
comprometiendo cuanta fe se tenga,
porque se vuelva díscola la mente
teniendo que seguir al comandante
aunque quizás cansado se mantenga.
|