Sin dejar de ahogarnos compañero
quizás en nuestros propios desatinos,
erramos a sabiendas los caminos
buscando sin parar algún dinero.
Incluso yo que pongo mucho esmero
en que no me conozcan los vecinos,
muy rara vez comparto algunos vinos
con quien saquea por el mundo entero.
Pues porque haciendo examen de conciencia
dormir tranquilo nunca yo podría
ignorando al mendigo por la calle,
quien al disimular hoy su impotencia
respeta mogollón la jerarquía
de quien rubrica que el sistema falle.-
|