Soneto.-***.
Para guardar las apariencias digo,
cuántas veces consciente me hago el loco
porque ahorrándome cualquier sofoco
igual también me gano un buen amigo.
Pues a mi suerte nunca la maldigo
aunque bastante yo me zampo el coco,
en tanto mis ideas las coloco
bajo la llave del mejor abrigo.
Y jamás un castigo me planteo
a cuenta de que salde los errores
que sin saber rechace mi inocencia,
tratando de enmendar cualquier jaleo
bajo la cruel amenaza que sin flores
me haga abrazar cualquier impertinencia.
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