Nunca asisto a tertulias vanidosas,
porque al mostrar mis sanos intereses
las críticas me caen a montones,
por certeras quizás entre otras cosas.
Tal vez en mi cabeza mariposas
merodeando estén de vacaciones,
aunque al negarse a dar explicaciones
vilipendiadas son por orgullosas.
Por eso considero intransferible
y tan propio el talento del poeta
que si quiere imponer su poesía
puede que no resulte compatible
ver que si alguien rechaza su receta
le pueda igual mostrar su antipatía.-
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