Aun ciego vería tu rostro,
aun podría seguir los pasos
que llevan al abismo de la duda,
de la presencia divina de tu ser.
Aun ciego pretendo alcanzar
tu olvido y hacerme nada en
tu silencio por que ayer me
rompiste el alma con el puñal
del adios.
Aun ciego lograre tener la
respuesta del enigma que resulta
ser tu corazón, aquel no puede
decir te amo, aquel que es mi
tumba final.
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